En la primavera
de 1977, un manuscrito inscrito en oro batido apareció teriosamente
en la caja fuerte de las oficinas de José María Hidalgo
de Cervantes S.A., fabricante exclusivo de ropa interior femenina de goma
para la Institución Penitenciaria Memorial de la Duquesa de Alba
para Delincuentes Perplejos.
El manuscrito, de unos diez kilos de oro fino, fue enviado a una universidad
de Nueva York para ser autentificado y para su colocación posterior
en el Museo Nacional de Cositas teriosas; pero desapareció sin
dejar rastro cuando el profesor, a quien se le había enviado, también
desapareció.
La desgraciada pérdida del manuscrito original no ha impedido la
publicación de este libro. Antes de la desaparición del
original de la vista pública, seguramente para siempre, se hizo
un duplicado escrito a máquina a partir del que este tomo actual
se compuso.
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